Ya ha entrado en vigor la famosa “ley hipotecaria”, que afectará a compradores, notarios y bancos. Todo aquel que firme una hipoteca a partir de ahora, debe tener en cuenta este cambio en la legislación, donde se regula el nuevo reparto de los gastos hipotecarios, en el que se incluye que la banca se haga cargo del impuesto sobre actos jurídicos documentados de las nuevas hipotecas.

¿Qué tienen que tener en cuenta los compradores que firmen una hipoteca a partir de ahora? Son tres los puntos fundamentales que afectarán directamente al comprador.

– La solvencia. La nueva ley evaluará en profundidad la solvencia del comprador. Por lo que, deberá tener en cuenta su situación laboral, sus ingresos, activos en propiedad, ahorro, gastos fijos y otros compromisos ya asumidos. Además, se valorará el nivel previsible de ingresos a percibir tras la jubilación, siempre que el préstamo siga vigente una vez finalizada la vida laboral. Deberá consultar el historial crediticio del cliente acudiendo a la Central de Información de Riesgos del Banco de España (CIRBE).

– Documentación.  El comprador tendrá que tener varios documentos preparados 10 días antes de la firma del contrato. Estos documentos son: la Ficha Europea de Información Normalizada (FEIN), donde se incluye toda la información referente al cliente y al préstamo solicitado, la Ficha de Advertencias Estandarizadas (FiAE), en la que se informará al cliente de la existencia de cláusulas o elementos relevantes. Además, hay que tener en cuenta el tipo de interés al que se hace el préstamo, ya que, si este es variable, habrá que tener un documento separado que haga referencia a los distintos escenarios de evolución de los tipos de interés. Y también, hay que tener en cuenta las condiciones de las garantías del seguro que exija el prestatario, para garantizar el cumplimiento de las obligaciones y, la suscripción de un seguro de daños respecto del inmueble.

– Reparto de los gastos. La nueva ley afirma que los gastos de tasación los paga el comprador y el resto son asumidos por la entidad bancaria (aranceles notariales, inscripción en el Registro de la Propiedad, gestoría y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados).

– Limitación de las comisiones por amortización anticipada del crédito. El prestatario podrá reembolsar anticipadamente de forma parcial o total la cantidad adeudada e cualquier momento antes de que termine el plazo pactado con la entidad. Además, según la ley el banco y el cliente pueden acordar una comisión con límites, que serán excluyentes entre sí.